La cerveza es tan bávara como la salchicha blanca, la música de las bandas de instrumentos de metal y la fiesta de Oktoberfest. Muchas personas la consideran como el quinto elemento.
Baviera es sede de la mitad de las fábricas de cerveza alemanas, con más de 600. Gracias al auge de la cerveza artesanal, el número está creciendo. La región líder es Oberfranken, también llamada “Franken de cerveza”, que tiene alrededor de un millón de habitantes y 160 fábricas de cerveza para elegir.
A principios del siglo XIX, en Baviera había casi 30.000 fábricas de cerveza. En su mayoría eran pequeñas cervecerías de pueblo que abastecían a las posadas del lugar. Prácticamente todos los monasterios tenían su propia cervecería. Además, con su ley de pureza de la cerveza que se remonta a 1516, Baviera dispone del primer documento legislativo relativo a alimentos y bebidas de todo el mundo que se encuentra todavía en vigor. Pero esto no es todo. La cerveza bávara y las cervezas de Kulmbach, Mainfranken, Reuth, Hof y Múnich incorporan el logotipo de calidad de la UE “Indicación Geográfica Protegida” (IGP) y no se pueden elaborar en ningún otro lugar. Todas las cervezas con este logotipo se deben elaborar utilizando el proceso tradicional con ingredientes principalmente locales y deben cumplir determinados requisitos: desde el contenido de mosto de cerveza hasta el color. No solo se aplica a las variedades conocidas como lager, cerveza negra, Märzen/Festbier, Bock y Doppelbock, sino también a las especialidades regionales como Rauchbier (Bamberg), Zoigl (Oberpfalz), Keller y Zwickelbier. Resulta difícil de creer que se puedan elaborar tantos tipos diferentes de cerveza a partir de tres ingredientes (lúpulo, malta y agua) y dos procesos de elaboración (fermentación baja y alta).
Los lúpulos desempeñan un papel importante y son el “as bajo la manga” de Baviera. Prácticamente en el centro de Baviera se encuentra la mayor región de cultivo de lúpulo del mundo: Hallertau. No solo produce más del 80% de todos los lúpulos utilizados en Alemania, sino que también es sede del Centro de Investigación de Lúpulo Hüll, donde desde la década de 1920 se desarrollan permanentemente variedades de lúpulo resistentes a las enfermedades y con aromas especiales. Entre los más vendidos actualmente se encuentran “Mandarina Bavaria” (pomelos y mandarinas), “Huell Melon” (melones, albaricoques y fresas), “Hallertau Blanc” (mangos, grosellas y vino blanco), “2010/08/33” (albaricoques y fruta de la pasión) y “2010/72/20” (grosellas negras y moras).